¿Tenemos una ligera idea de todo lo que puede cambiar en nuestra vida, el manejar mal una crisis?
Sí, todos pasamos por crisis en diferentes momentos de nuestras vidas, pero si no sabemos trabajarla bien y con madurez… Puede tener un final muy triste, y para cuando queramos remediarlo todo, ya va a ser demasiado tarde…
La crisis de los cuarenta en los hombres… ¡Les pega con todo!! (A algunos… No a todos)
Increíble de verdad el ver como más y más hombres, se desentienden de sus obligaciones matrimoniales…
Creen que estar pendiente de sus familias es trabajar y llevar el dinero necesario a la casa, se sienten presionados porque tienen que gastar en fiestas de sus hijos, actividades extra escolares, escuelas privadas, uniformes, ropa, viajes, juguetes, celulares…
Y ya con eso se sienten con el derecho a irse de fiesta en fiesta con sus amigos (Ya grandes como ellos) a cenar todos los jueves, a irse de parranda todos los viernes, a desvelarse con amigos los sábados, y a dormir todo el domingo… Y como se lo merecen… “Un viaje al extranjero cada seis meses… No le hace mal a nadie”.
Esa segunda adolescencia que sufren algunos hombres, buscando fuera de su casa unos momentos de diversión, afecta considerablemente a toda la sociedad… ¿A toda la sociedad? ¡Si! Porque la familia, es el principio de la sociedad, es donde comienzan los cimientos de una sociedad futura…
Qué lástima que por unos días, semanas, meses o años de crisis, destrocen a toda a una familia, a toda una sociedad…
Las esposas, los hijos… Están confundidos, no saben cómo manejar sus vidas, hay un desequilibrio interno en donde escuchan unas ideas, pero ven en el actuar de los padres otras totalmente diferentes:
Saben que sus papas les piden que sean ordenados, organizados en sus tareas y actividades, pero ven que ellos pierden el tiempo en el celular, o en la televisión, viendo todo tipo de programas, incluso aquellos que están prohibidos en casa…
Los hijos escuchan que sus papas les exigen respeto, pero por otro lado ven que sus papas discuten todo el tiempo enfrente de ellos…
Saben que sus papas les piden que se vayan temprano a la cama, para que al siguiente día tengan fuerzas y aprovechen un nuevo día desde el principio… Pero ven como llegan los fines de semana a las dos o tres de la mañana en un estado no muy estable de conciencia y se levantan al día siguiente ya muy tarde pidiendo a todos que se callen… Porque la cabeza les estalla…
Ven que frente a sus amigos tienen un humor envidiable, una alegría constante, ¡que se desviven por todos! ¡Que son el alma de la fiesta!! pero tristemente también ven como en la casa se la pasan enojados, siempre ocupados, sin tiempo para nadie y encima agotados, exigiendo que les respeten sus días de descanso…
Me parece que aquí, en esta famosa crisis hay una pérdida de memoria, si… definitivamente ese es el problema… Se les olvido que están casados, que tienen una esposa, unos hijos, una FAMILIA…
Creo que siguen pensando que tienen 20 años (algunos creen que tienen 15 o menos) y que pueden seguir teniendo el ritmo de vida que tenían de solteros… Y empiezan a hacer planes aparte, ya no se acuerdan que hay unos hijos que necesitan jugar con él, platicar… Y lo más triste es que no se acuerdan que hay una esposa en casa que espera todo el día para verlo y seguir disfrutando esta vida matrimonial a su lado…
¡Señores! ¡Despierten!! Y… ¡señoras! ¡No les den más vuelo!! ¡Ya están en otra etapa de la vida!! ¿Tienen crisis? ¿Se sienten viejos? ¿Extrañan su vida de solteros? ¿Quieren más salidas? ¡Está bien! ¡Pero todo con medida! ¡Ya no pueden regresar el tiempo!!! Ya tienen una familia… ¡Ya NO son solteros!
¿Entonces? ¿Ya se acabó la diversión? ¡No! ¡Para nada! Ahora están en una etapa, que si descubren realmente lo que contiene, ¡la van a gozar mucho más que su propia soltería! Ahora… Aparte de ver crecer a sus hijos… De jugar con ellos, de ver cómo van cambiando, como van aprendiendo a vivir, además de conocerlos y platicar con ellos, de tener planes juntos, de reírse y llorar con ellos, de hacer travesuras juntos, de escaparse un fin de semana con ellos, de guiarlos y darles consejos…Además de todo esto, tienen la gran oportunidad de vivir una vida intensa con su esposa! De irse juntos a cenar con amigos y solos, de viajar juntos, ¡De hacer planes con la familia cada fin de semana! Acuérdense que esa esposa es la que los tenia locos hace unos años, era esa confidente y mejor amiga antes de casarse, era la novia por la que se despertaban muy temprano para ir a verla, o por la que se desvelaban aunque al siguiente día tenían que ir a trabajar, la que le llamaban diario para contarle su día, ella era la que les escuchaba las quejas del trabajo, sus dudas y sus temores, era quien les daba seguridad para seguir caminando… Pues aquí va otro recordatorio… Ella… Sigue existiendo… Y sigue siendo igual, solo que esta confundida por tanto cambio, cansada por sentirse tan sola a veces, temerosa por no saber que le está pasando a su esposo, quiere apoyarlo en sus locuras y crisis pero por otro lado, también quiere darle la mano y acompañarlo en este viaje… Seguir siendo quien era… Y por otro lado, ella también necesita apoyo, para ella también la vida cambió, ella también necesita su espacio, sus descansos, pero diferente… No a todas les gusta el reventón y la fiesta diaria, hay quien disfruta mil veces más el ir a tomar un helado con ustedes, el sentarse en la cama y platicar sobre el día mientras disfrutan de un buen vino, el ir juntos a una práctica de natación de los hijos, o el platicar sobre los asuntos de cada uno de los hijos… Cada quien sabe lo que más le gusta a su esposa… Y si no saben… ¡Pregunten!!! La comunicación es el ingrediente más importante para el éxito en el matrimonio…
¡Animo señores! ¡Échenle ganas! Imagínense que es un proyecto que tienen que sacar adelante en su trabajo… Pongan un objetivo, analicen los medios, las estrategias, denle seguimiento… Y al final… Créanlo, lo que van a ganar… ¡Supera cualquier bono, comisión sueldo o prestación!!!