¿Y los amigos de mis hijos?

Si queremos conocer a los amigos de nuestros hijos… ábreles la puerta de tu casa, dales el control de la TV y ábreles la del refrigerador… que siempre haya comida para ellos, es diferente comida para niñas que para niños, pero a final de cuentas a todos les gusta ir a casa de sus amigos y pasarla a gusto mientras comen algo… ven la tele, juegan x-box o se pintan las uñas.

¿De qué se trata todo esto? Bueno pues que sí, definitivamente es más trabajo el recibir visitas todos los días, pero al final del día vas a estar tranquilo por dos razones…

La primera porque tú hijo o hija se siente muy a gusto en su casa, con su familia, y la segunda porque así conoces a sus amigos, y te das cuenta con quien está saliendo.

Claro que además de esto, tenemos que conocer a nuestros hijos, hay a quien le gusta que de pronto pasemos, saludemos y contemos algo, hay a quien no le gusta que estemos ahí, pero se siente tranquilo de que por algún lado de la casa estamos…

Hay que conocer bien a nuestros hijos para que los canales de comunicación se abran y podamos saber realmente que es lo que les gusta, como se sienten más cómodos, en que momento están abiertos a oír algún consejo nuestro…

Los amigos, para nuestros hijos son parte importantísima de sus vidas, son con quienes pasan muchas horas del día, con quienes tienen tiempo de relajarse, quejarse, reírse… a nosotros como padres nos toca entenderlos y disfrutar con ellos, que vean que sus amigos nos caen bien… por lo menos algo bueno tienen que tener! Si vemos que de plano un amigo no nos gusta para nuestro hijo,.. ¡Cuidado! No podemos decirle que su amigo no nos gusta! Primero hay que ver el que opina de su amigo… pero que no vea que solo le cuestionamos sobre ese o esa que no nos cae bien, sino de todos sus amigos… y después ver cómo se lleva… cuando nos cuente algo que hizo ese amigo y nosotros no estamos de acuerdo, podemos preguntarle qué opina acerca de esta situación… y nosotros tratemos de fingir un poco de ignorancia… Es muy incómodo para ellos cuando sacamos nuestra lista de sabiduría y experiencias sobre todos los temas que nos van comentando nuestro hijos… hay que escucharlos más que hablarles., ya se… cuesta trabajo, y mucho, pero es un hábito… si lo intentamos muchas veces, al final ya ni nos vamos a dar cuenta de que los escuchamos más de lo que hablamos.

Nosotros somos sus papas, no sus amigos… de hecho ellos buscan papas en  nosotros, no amigos… porque amigos van a tener muchos… papas… solo dos… Entonces hay que actuar en consecuencia, responsablemente… Estamos en esta vida para ayudarles a encontrar su camino, y para que se desarrollen lo mejor que puedan según sus habilidades, personalidad, etc…

Los amigos son parte importante de ese desarrollo, y no se trata de juzgarlos y hacerlos a un lado si no nos gustan, sino de ayudar a nuestros hijos a tener unos principios y valores fuertes, que ni con el viento se muevan… y ayudarle a influir en sus amigos de forma positiva, pero sobre todo respetarlos y quererlos, sin tener nunca miedo de hablar con la verdad.

Nuestros hijos se podrán rebelar tal vez ante nuestras ideas, pero detrás de esa rebeldía siempre nos escuchan y analizan lo que les decimos… y agradecen muchísimo el que aceptemos en nuestras vidas a sus amigos.