¿Miedo al futuro de los hijos?
Como padres, nos da miedo el futuro de nuestros hijos, ¿qué ira a ser de ellos? ¿Tomaran buenas decisiones? ¿Serán felices? ¿Serán buenas personas? ¿Tendrán una familia buena? ¿Encontraran a su pareja perfecta? ¿Serán buenos trabajadores? ¿Buenos padres?
Y durante cada etapa de desarrollo de nuestros hijos surgirán muchas preguntas, a veces diferentes, a veces las mismas, y si le damos demasiadas vueltas, los miedos nos van a invadir… Sobre todo en las noches cuando todos los pensamientos empiezan a acecharnos… O en las crisis los miedos crecerán…
Pero me pregunto… ¿Vale la pena tanto tormento? ¿Cuando ni siquiera sabemos cuánto va a durar ese “futuro”? Cuando probablemente pensemos en todo menos en lo que en realidad va a suceder. ¿Vale la pena darle rienda suelta a esos miedos? Cuando justo el preocuparnos no va a solucionar nada.
Es verdad que uno planea, y trata de educar a los hijos según va cambiando el mundo, y tratamos de prepararlos para esas situaciones a las que en algún momento se van a enfrentar… Pero también es cierto que nosotros estamos vivos y en cierta forma felices, que hemos sufrido muchas cosas en nuestra vida y que aquí estamos, tratando de encontrar siempre esa paz, esa estabilidad que nos lleva a la tranquilidad y a la felicidad… Lo podemos hacer… Y nuestros hijos también lo van a lograr…
Lo que hay que hacer como padres es enseñarles a buscar por ellos mismos las herramientas que necesitan en cada momento, en cada crisis, en cada problema… No podemos ni debemos dárselas nosotros, no está bien solucionarles cada problema, ni alejarlos de todo lo que suene a peligro… Tampoco se trata de tirarlos al vacío… Pero se trata de guiarlos a que ellos solos vayan armando su paracaídas para cuando se tengan que lanzar a ese vacío…
Ellos lo irán aprendiendo… Y muchas veces serán ellos quienes nos enseñen a encontrar soluciones diferentes a los problemas…
Pero lo más importante es que siempre encuentren en nosotros ese amor perseverante hacia ellos, ese apoyo en donde pueden encontrar no una salida, sino una entrada a un mundo real, en donde por medio de la reflexión y la estabilidad en principios y valores puedan construir su propia vida..
Habrá peligros… Si… Podrán caer… También… Pero aprenderán a salir… Como nosotros lo hemos hecho, con lágrimas a veces, con pánico otras, pero siempre con satisfacción…
No olvidemos que para crecer se necesita esfuerzo… Sin esfuerzo no hay crecimiento, no hay que tener miedo a que se topen con pared, a que caigan… A lo que hay que tener miedo es a que nunca caigan, a que nunca sufran… Porque entonces nunca aprenderán…
Así que a la otra que lo miedos nos invadan… Mejor pensemos en ese momento que herramientas enseñarles a nuestros hijos cuando se enfrenten a diferentes situaciones en la vida…
Para esos somos padres… Para gozarlos y guiarlos… Para llenarlos de fuerza y de valentía, para enseñarles que la vida es más bueno que malo, más alegrías que tristezas, más dar que recibir… Mas soluciones que problemas.